Ya lo tienes todo planificado. Esta vez quieres darlo todo, estás mentalizada, te sientes con energía y ya has creado un plan detallado para alcanzar por fin tus objetivos. Si es así, ¡te felicito! ahora sólo queda ponerse en marcha.
En este post quiero hablarte de algo que debes sí o sí aprender a gestionar para que nada te detenga y puedas conseguir lo que te has propuesto: LIBRARTE DE LOS LADRONES DEL TIEMPO.
Tan importante como hacer una buena planificación es pararse a observar cuáles son tus ladrones de tiempo. En general se trata de cosas, situaciones o personas que requieren de tu atención, te interrumpen y te distraen de tus objetivos diarios, consumiendo la mayor de parte de tu tiempo. Si dejamos que estos ladrones de tiempo acaparen nuestra vida, tendremos una sensación negativa e incómoda de “estar perdiendo el tiempo”, de “no disponer del tiempo y el espacio” para hacer lo necesario cada día, de “no tener tiempo para nada” o de “no estar avanzando”.
Comienza por conocer cuáles son los principales ladrones de tiempo y en especial aquellos que inciden más en tu experiencia de vida, para posteriormente establecer un plan para gestionarlos adecuadamente. En pocos días, haciendo los cambios que te propongo, habrás conseguido grandes avances en tu productividad. A continuación te relaciono los ladrones de tiempo más habituales:
Móvil. La tecnología es positiva y fundamental para la evolución. Te permite estar conectado y te hace la vida más fácil. Hoy en día puedes hacer muchas cosas con tu Smartphone: atender llamadas, consultar Internet, enviar mensajes,… sin embargo, además de ser un medio rápido y práctico para estar siempre conectado y disponible cuando realmente lo necesitas, o para poder consultar todo lo necesario, el móvil suele utilizarse de forma adictiva, ininterrumpida y compulsiva, ocupando casi la totalidad de tu tiempo. Es posible que incluso lo consultes mientras comes, te relacionas físicamente con otras personas o descansas, lo que puede generarte mucho estrés al cabo del día. Por tanto, lo ideal es utilizarlo lo imprescindible y mantenerlo en silencio (apagado, en modo avión o modo no molestar) y lejos cuando estemos trabajando concentrados en proyectos o asuntos importantes del día. Puedes informar a tu entorno, con asertividad, de tus hábitos y horarios para que respeten tu decisión de desconexión temporal.
RRSS y Whatsapp. Este medio nos permite una conexión fácil e instantánea con personas de todo el mundo. Esto te permite disponer de toda la información y contactos que necesitas en cualquier momento. Sin embargo, se ha demostrado que más del 60% de los mensajes que se distribuyen por estos medios resultan innecesarios y triviales y son auténticos ladrones de tiempo que te incitan a estar permanentemente conectado y en continuo modo reacción. Al igual que con el móvil, lo ideal es silenciar las notificaciones y consultar estas aplicaciones 1 ó 2 veces al día como máximo. Si estás trabajando, puedes tener aplicaciones como anti-social.cc para bloquear el acceso a determinadas páginas o redes sociales que tu elijas, e incluso bloquear totalmente el acceso total a internet con macfreedom.com.
Email. Mirar constantemente el email, responder correos y no tenerlo bien gestionado (tu bandeja liberada y tus emails importantes o que deseas consultar o leer más tarde, debidamente archivados), puede generarte gran cantidad de estrés. Además, estarás trabajando para otros en lugar de estar enfocado en tus asuntos. Te recomiendo consultarlo no más de 3 veces al día y nunca a primera hora. Mejor revisarlo avanzada la mañana y al final de la tarde. Si hay algún mensaje importante siempre podrán localizarte por teléfono u otro medio.
Televisión. Es habitual encontrarme este ladrón de tiempo en las personas con las que trabajo. La media de tiempo que suele ocuparnos, es de dos horas y media al día. Normalmente te "enganchas” después de comer o de cenar. Esto evita que dispongas de ese tiempo para descansar a medio día, con lo que comenzarás la jornada de tarde con menos energía o incluso, te hará procastinar y no hacer lo que tenías previsto. Por la noche, puede desvelarte y hacer que te vayas a dormir más tarde de lo normal, con lo que perderás horas de sueño. Recuerda que en un adulto las horas de sueño recomendadas son entre 7-8 horas y nunca menos de 6 horas. En este caso, lo recomendable es no ver televisión durante la semana o de forma muy controlada, disfrutando de tus programas y series favoritas el fin de semana. Actualmente, las SmartTV y planes de pago permiten visualizar programas de hasta 7 días antes y grabar hasta 7 días después. Siempre podrás estar conectado con las noticias por Internet.
Personas. Compañeros de oficina, una visita, tu pareja o los niños, llamadas para venderte algo, etc… Las personas pueden irrumpir en tu espacio en el momento menos oportuno y dar al traste con tu horario. Si estabas haciendo algo importante, las interrupciones te harán perder al menos 20 minutos para volver a concentrarte en lo que estabas haciendo. Te recomiendo utiliza la asertividad con las personas e informa a tu entorno de cuáles son tus horarios. Ten previsto en tu planificación los tiempos en los que podrás disponer de máxima concentración y los que, muy probablemente, vayas a ser interrumpido. También define momentos para tus relaciones. Muy probablemente lo que te piden es atención. De este modo, te sentirás más relajado y dispondrás de relaciones de calidad al tiempo que recuperas el control sobre tu tiempo.
Reuniones improductivas. Suelen ser la mayoría, debido a que pueden alargarse en exceso en el tiempo y normalmente no tienen un orden del día claro y definido, están mal programadas y mal gestionadas. Sigue estas pautas para que tus reuniones sean realmente productivas:
procura que no duren más de 15 minutos;
mejor hazlas de pie;
pide la asistencia únicamente a las personas implicadas en los asuntos a tratar;
no trates más de 3 temas;
procura que no haya exposiciones largas;
evita las discusiones;
utiliza las tecnologías para hacer videoconferencias y evitar así los desplazamientos innecesarios;
y ten un orden del día y un acta donde se concreten las conclusiones y las acciones a llevar a cabo.
Por último recordarte que tú mismo puedes ser tu propio ladrón de tiempo:
Esto ocurre cuando tus áreas física, emocional, mental o espiritual no están en equilibrio.
No tienes un horario semanal definido y hábitos saludables de comida, descanso o ejercicio.
Estas siempre preocupado, en un estado de crítica, queja o procastinas constantemente.
No tienes objetivos definidos que te motiven y estén alineados con tus valores. Esto evita que pases a la acción.
La desorganización y falta de limpieza en tu entorno físico, que puede generarte incomodidad y estrés.
Te invito a que revises estos ladrones de tiempo y poco a poco vayas haciendo los ajustes y mejoras necesarias para eliminarlos o gestionarlos adecuadamente. Estos cambios van a hacer un antes y un después en tu organización y como resultado también en tu vida.
Comments